Los gatos son naturalmente muy buenos para ocultar el miedo, el dolor, etc. - es un mecanismo de supervivencia. Por desgracia, es muy difícil saber si tu gato sufre estrés. Es especialmente importante reconocer cuándo tu gato está estresado, ya que esto puede provocar una enfermedad clínica a largo plazo. Pero, ¿cómo puedes saber si tu gato sufre estrés? Señales importantes para saberlo:

• Comportamiento de rascado no deseado y rociado de orina.
  Los gatos lidian con el estrés marcando su territorio y estableciendo sus límites. Tanto rociar orina como dejar marcas de arañazos son una forma de comunicarse con otros gatos y reclamar su territorio. Si descubres que tu gato está rociando o dejando marcas de arañazos en lugares distintos a los normales, esto podría indicar estrés. 
   
• Maullar más de lo habitual
  Los gatos rara vez maúllan entre sí, pero se comunican con los humanos de esta manera.
  Por ejemplo, tu gato puede maullar para pedir comida o para saludarte cuando llegas a casa. Si tu gato maúlla más de lo normal, es posible que no se sienta cómodo y esté tratando de decírtelo.
      
• Reaccionar de manera diferente
  Si tu gato normalmente es amigable y de repente actúa de manera agresiva o se pone de espaldas, es posible que se sienta amenazado o estresado.
  Cada gato reacciona de manera diferente al estrés o al miedo: también es posible que tu gato esté a la defensiva e intente hacerse más pequeño o busque tu apoyo y de repente se vuelva más cariñoso.
   
• Esconderse o retirarse más a menudo
  Al igual que los humanos, los gatos a veces intentan evitar situaciones ansiosas o estresantes. Si notas que tu gato se esconde o se retira con más frecuencia, esto podría indicar que hay algo que lo hace sentir incómodo. 
   
• Apetito, cuidado y actividades diferentes
  Al igual que los humanos, los gatos ajustan su comportamiento cuando se sienten estresados o asustados. Los siguientes cambios son menos comunes, pero tu gato puede estar comiendo menos o más de lo normal, lavándose o lamiendo en exceso, siendo menos activo o no teniendo tantas ganas de jugar como de costumbre.

Si notas que tu gato está estresado, es importante identificar de dónde viene el estrés y encontrar una solución. Los gatos son criaturas de hábitos y el estrés y la ansiedad a menudo tienen que ver con cambios en el entorno de vida o ciertos eventos. Por ejemplo, una mudanza, expansión familiar (personas o animales), visitas al veterinario, multitudes, fuegos artificiales durante las vacaciones, etc. Para que tu gato se sienta más cómodo y para reducir los problemas de comportamiento, puedes usar Beaphar CatComfort®.     

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Para obtener más consejos sobre el estrés de tu gato, contáctanos, nuestros expertos estarán encantados de ayudarte.